viernes, 10 de septiembre de 2010

INFORTUNIOS DE LA COMUNIDAD JUDIA EN VENEZUELA

INFORTUNIOS DE LA COMUNIDAD JUDIA EN VENEZUELA


Venezuela fue uno de los primeros países de América Latina en lograr un crecimiento económico - poco después de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial - gracias a la política de inmigración implementada por gobiernos progresistas. Después del conflicto armado, que dejó casi la totalidad del continente europeo destruido y en ruinas, el país abrió sus puertas a las personas que deseaban trabajar y vivir en paz y libertad. Bajo la tutela de los gobiernos de Eleazar López Contreras, Isaías Medina Angarita y Marcos Pérez Jiménez – que coincidencia, tres presidentes con nombres hebreos - comenzó a sentirse un fuerte impulso en el comercio, la industria, la agricultura, la ganadería y la construcción de edificios y vías de comunicaciones, gracias al esfuerzo creador de la comunidad extranjera que se habían asentado en estas tierras, formando familias, círculos de amigos, movimientos culturales.

Pero esos sentimientos de convivencia y de buena voluntad, comenzaron a deteriorarse a partir del año de 1999. Una nube negra empaño el cielo venezolano cuando un sargentón, llegó al poder por la vía democrática; a pesar de haber atentado en contra de ese sistema, dando un sangriento y fracasado golpe de Estado. Su acción estaba encaminada a terminar con el sistema de gobierno. No logró por la fuerza acabar con él; pero lo cierto es que está muy apurado en desmontar el sistema democrático. Y, así, poco a poco fueron quedando atrás los días que hoy recordamos con nostalgia, cuando veíamos trabajar en paz y armonía a protestantes y católicos, musulmanes y budistas, metodistas y judíos y, ninguna persona se metía con la otra – a menos que, mediare una causas de fuerza mayor.

No pasó mucho tiempo cuando al “gran filosofo” se le ocurrió una idea genial: -“ser rico es malo”- se dijo para sí mismo, como si hubiese descubierto uno de los arcanos de la vida y, ordenó a sus lacayos que había que terminar con ellos. Comenzarían por los judíos, quienes, según él, en su infinita ignorancia, son agentes del imperialismo norteamericano, integrantes de la CIA, del FBI, del Banco Mundial y, pare usted de contar. - No soy judío, ni pertenezco al islam - pero tengo gran aprecio a la comunidad hebrea en Venezuela, y sé que dentro de sus filas existen muchas personas humildes. Conocí a un miembro de esa religión, que vendía corbatas para caballeros, frente al Congreso de la República de Venezuela; otro, se ganaba la vida haciendo arreglos a pantalones y chaquetas viejos y nuevos; y un tercero, quién ejercía el humilde, y no menos honroso oficio de zapatero remendón. Pero al “gran líder” se le fundieron las neuronas, cuando clasificó a todos los judíos como millonarios, comenzó a imponer la política del odio, y éste se fue incrustando por los poros de resentidos sociales, provenientes de las capas de la población integrada por mal vivientes y personas sin oficio conocido.

En un principio llegó a creerse que se encontraba bajo la influencia del loco antisemita argentino, Norberto Ceresole, quien llegó a ser su mentor y en parte fue algo así, pero en su furia contra las instituciones hebreas y el Estado de Israel, decidió blindar su gobierno con personeros antijudíos, todos miembros del islam; así podemos ver a estos dirigentes de la “revolución” en los ministerios, vice-ministerios, gobernaciones, directores de gabinete, jefes sectoriales, quienes han emprendido una cacería en contra de las instituciones hebreas. Uno de los casos más emblemáticos fue, cuando un grupo comando de militares, apertrechados hasta los dientes, portando armas largas de guerra – como cualquier Rambo de película - irrumpió en las instalaciones de la escuela hebrea. Aquello era deprimente. Toda una fuerza militar élite, enfrentada a unos profesores armados de borradores y tiza, y a unos 1500 niños, portando solamente cuadernos y lápices. La excusa que dio el gobierno, fue que andaban buscando a los asesinos de un Fiscal. Creo que la comunidad internacional aún se está riendo de este patético episodio.

Los demás casos de persecución y ensañamiento en contra de estos ciudadanos, han sido reseñados por la prensa internacional. Estamos al tanto de muchas familias de origen hebreo, que están dejando el país, en busca de mejores horizontes y, eso está bien; pero no se debe abandonar la lucha, hay que dar la pelea. Esta nación abrió sus puertas a la inmigración y confirió derechos y deberes a todo ciudadano venido de otras tierras, y con más razón, cuando son nativos de este país. Comparto las expresiones del rabino Pynchas Brener, cuando declaró que: -“la comunidad debe reaccionar con energía frente a cualquier atropello de carácter antisemita, provenga de donde provenga, porque el silencio sólo anima a quienes desean descalificarnos”

Felices 5.771 años

José Omar Tirado