Lugar común: personajes gubernamentales hablando sobre temas, de los cuales no tienen ni la más p…. eregrina idea, y lo hacen con tal naturalidad como si supieran de qué están hablando. Digo esto, porque alguien debería acercarse a la Señora Trinidad Jiménez, flamante Ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno español, y sugerirle o aconsejarle que, antes de seguir declarando a troche y moche eso de que en Venezuela no hay presos políticos, se asesore mejor, investigue, busque información. No debe conformarse con haberlo oído en boca de los aduladores de oficio del régimen dictatorial que impera en el país.Desde luego, resultaría mejor si la ministra, en vez de tratar de defender lo indefendible, se diera una vueltecita por esta “tierra de gracia”, cómo la llamó Cristóbal Colón cuando la descubrió – que dicho sea de paso, si estuviese vivo, y residenciado aquí, se encontraría preso o desaparecido, como ocurrió con sus monumentos – pero eso si, lo más prudente sería que entrara al país como una turista cualquiera, monda y lironda pues, ya que si llega en visita oficial como lo hizo el anterior canciller Moratinos, cuando vino a hacer negocitos con el gobierno, quedará arropada por la parafernalia gubernamental y, ocurrirá en consecuencia que:
- No dejarán que sea entrevistada por periodistas de Diarios independientes, sino por los tarifados del régimen, a los cuales sólo se les ocurre hacer preguntas estúpidas, como aquella que le formularon a Fidel Castro, para que diera su opinión sobre el “socialismo”
- Sus actuaciones dentro de la República, solo serán transmitidas por los canales de televisión en poder del gobierno, o tal vez uno que otro, sometido a la limosna que le proporciona la propaganda oficialista.
- Se le hará cuesta arriba entrar en contacto con dirigentes empresariales progresistas, organizaciones de derechos humanos, y miembros destacados de la oposición.
- No se enterará de la existencia de presos políticos, ni de nada y, se regresará a la madre patria con la firme convicción que visitó el país de Jauja, o como decían nuestros abuelos: - “la tierra donde se amarraban los perros con longanizas”
Atrás quedará la triste realidad de un inmenso sector de la población y su lucha cotidiana contra una dictadura militar impuesta por el teniente coronel Chávez, dueño absoluto de esta nación, donde muchos conciudadanos se encuentran en condición de exilados en otras tierras, algunos tienen casa por cárcel, régimen de presentación ante los tribunales, condición de evadidos, o lo que es peor, en prisión , porque - aunque Trinidad Jiménez lo siga desconociendo - en Venezuela si hay perseguidos y presos políticos. Así lo hizo saber el Senador Iñaki Anasagasti, representante del País Vasco, cuando el pasado 2 de noviembre de 2010, en plena sesión del parlamento, leyó un listado de presos políticos reales, no virtuales como creen en la cancillería española. La máxima representante de la cancillería, no supo que responder y, saliéndose por la tangente, respondió olímpicamente que su gobierno desconocía la presencia de tales presos, ya que ninguna organización de derechos humanos había formulado denuncia alguna - ¡Que riñones tienen algunas personas!
Vamos a brindarle otra alternativa a la canciller, si es que no puede hacernos la visita. Existen otros medios de obtener información verás, precisa y autentica. En esta era de la informática y del internet todo es posible, puede entrar a cualquier cubículo de esos que se encuentran en las calles o avenidas y, por pocos euros, puede ponerse en contacto con organismos serios y responsables que operan en el país tales como, la Conferencia Episcopal Venezolana, organización que goza de una gran confiabilidad en el pueblo. Por esta vía puede comunicarse con Monseñor Ubaldo Santana, Presidente de la C.E.V; también puede hacerlo con los Monseñores Baltazar Porras, Roberto Lückert y Jesús González , prominentes miembros de la Iglesia Católica Venezolana, hombres de elevada estatura moral que han luchado, luchan y seguirán luchando para que en este país vuelva a instaurarse el estado de derecho. No es un secreto para nadie la inexistencia de una separación de los poderes públicos, ya que, tanto el ejecutivo, como el legislativo o el judicial, se encuentran sometidos a la voluntad del Dictador. Por si fuera poco, para satisfacer el ego del amo, fueron creados los poderes electoral y ciudadano, controlados por el régimen.
Así que, para el conocimiento y demás fines, se le informa a la cancillería española, que antes de ponerse a hablar zoqueteadas sobre los presos políticos venezolanos, que se documenten mejor para no hacer el ridículo. Recuerden que este planeta es una aldea global, y lo que se diga ante las cámaras de televisión en cualquier rincón del país, o en el más humilde de los periódicos, llegará a los ojos y oídos del mundo entero.
José Omar Tirado
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