jueves, 7 de octubre de 2010

LA ABSURDA MATEMATICA ELECTORAL DEL CHAVISMO




Ese domingo 26 de septiembre, a golpe de 5.00 a 5.30 minutos de la tarde, ya el dictador tenía en sus manos los resultados de la contienda electoral realizada durante ese día, la cual tenía como finalidad elegir nuevos diputados a la Asamblea Nacional. Como había convertido el proceso electoral en un plebiscito, utilizando los inmensos recursos del Estado, para promoverse así mismo, no a sus candidatos, quienes eran para la mayoría del la gente unos ilustres desconocidos. Toda la publicidad del oficialismo para atraer votantes, giraba en torno a la imagen del “líder”. No existía una calle de cualquier ciudad venezolana, donde no estuviera llena de pancartas con dicha imagen; y así, un proceso que debía ser de carácter regional, fue convertido en una consulta presidencial. El caso es que las cuentas no le cuadraban. Los opositores a su régimen habían obtenido el 52 % del total de votos escrutados, el oficialismo solo había alcanzado el 48 %  restante.
Una vez más, se les arrugaron las que te conté. Como estaba seguro de obtener una mayoría absoluta en la Asamblea, había convocado a sus seguidores a que lo acompañaran frente al   Balcón del Pueblo para festejar el triunfo.  Ya  entrada la noche, los resultados eran conocidos  por el gobierno y  los principales miembros de la oposición; pero las 4 rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE), siempre sumisas a las ordenes presidenciales, esperando instrucciones del mandatario, se dieron su postín hasta las 2.30 de la madrugada para dar el primer boletín. Con su cara muy lavada, la Presidenta del Consejo, se dirigió al país para decir que la demora se debía  al hecho de estar  -“discutiendo sobre la mejor manera de presentar los resultados”- Esta declaración nos obliga a preguntarnos, ¿la mejor manera de no molestar al gobierno? ¿la mejor manera de manipular algunos datos? ¿no hubo manera de cuadrarle al Presidente su anhelado 2/3 de los representantes a la Asamblea? El caso fue que los resultados  ya eran irreversibles.
Como no se logró lo esperado, mando a desalojar el salón habilitado para la rueda de prensa en el hotel Alba – antes Caracas Hilton – donde los dirigentes de su partido iban a declarar a los medios de comunicación. Dicen que salió en viaje secreto y  relámpago hacia Cuba. Necesitaba la orientación y asesoramiento del tiranosaurio antillano –esto es conocido en el argot político, coger línea -   Tal vez fue el motivo por el cual dejara embarcados a sus fieles seguidores que lo esperaban frente al palacio de Miraflores.
No se presentó ante la gente reunida frente al palacio. No podía hacerlo por dos motivos:
 1. Había sido derrotado en su plebiscito
 2. Posiblemente, estaba fuera del país.
En su lugar, apareció frente a la poblada vestida de rojo,  un negrito,  electo diputado ese día y,  quien solicitó  rango presidencial para el  proceso electoral.  Se asomó al balcón para dar explicaciones a la gente, éstas no estaban contentas  con su presencia, pues querían ver al Presidente.  Tras un breve discurso, trató  dar una explicación apelando  al conocido oxímoron “perdiendo, también se gana”
El dictador llegó envalentonado de la Habana. Al día siguiente convocó a una rueda de prensa, solamente compuesta por corresponsales extranjeros, todos ellos seleccionados por la camarilla oficial. No se permitió la presencia de periodistas venezolanos – la prensa independiente de Venezuela está vetada en casi todos los actos del oficialismo -  solamente se permitió a cuatro representantes de la prensa invitada, hacer preguntas; entre ellos se contaban: Telesur, planta de televisión financiada por el gobierno venezolano; un medio informativo cubano, aliado del gobierno; un medio  informativo ruso y Radio Francia Internacional. Todo se había preparado con la certeza de que los tres primeros, como fieles incondicionales del régimen chavista,  no harían preguntas comprometedoras.
Una vez  que los periodistas hicieron acto de presencia en el lugar donde se daría la rueda de prensa, se presentó el dictador. Encasquetado  en una chaqueta con los colores de la bandera venezolana- que no se quita ni para ir al baño-  se arrellenó en su poltrona, flanqueado por sus principales “sigüices” y,  mirando a los periodistas con ese aire de perdona vidas, comenzó su perorata. Primero le dio por insultar a los medios de comunicación extranjeros y a sus periodistas ausentes en esa reunión:  Carlos Montero,  de la cadena CNN, le llamó “espantapájaros” y que deseaba  haberlo tenido frente a frente  para decírselo en su cara – lógico, no estaba ahí porque no fue invitado –  Patricia Janiot, del mismo canal de noticias, a quien le dijo unas cuantas cosas - no muy bonitas por cierto-; al Diario El País de España y otros periódicos de la península ibérica los calificó como “un asco” . Lo curioso de este caso particular, es que ahí se encontraba un periodista español – vaya uno a saber si en verdad era un profesional de la prensa – de nombre Luís Bilbao,  quien en vez de defender a sus colegas ausentes, se convirtió en un adulador más del dictador.
El hombre frente a la prensa, esperaba preguntas “bombitas” como se dice, para sacarla de jonrón; pero le salió el tiro por la culata con la periodista Andreína Flores de Radio Francia Internacional, quien le formuló la siguiente  pregunta: -“Sr. Presidente, es difícil entender, que habiendo obtenido casi el mismo número de votos, la oposición haya alcanzado 33 escaños menos que el PSUV. Me pregunto si la redistribución de los circuitos se hizo con la intención de favorecer al partido” – Andreína se preguntaba lo mismo que todo el mundo: ¿como era posible que habiendo sacado la corriente gubernamental 5.394.574  votos haya obtenido 98 diputados, y la oposición con 5.312.243 de los sufragios, venga a contar con solamente con 65 diputados?. La diferencia es grande, 33 representantes  legislativos para una  diferencia tan pequeña. La periodista no hizo otra cosa que expresar el sentir de miles de persona que no se explican esa absurda matemática gubernamental, donde 2 + 2 = 6 cuando se trata del oficialismo, y 2 + 2 = 2  cuando de la oposición se trata.
Una vez que la periodista hubo terminado su intervención, el sátrapa, a quien no le gusta enfrentar la realidad, y siempre trata de irse por las ramas cuando no sabe que decir, saltó de su silla cual  pinchado por un alfiler. Haciendo una mueca, interrogó a su vez a la periodista, preguntándole por su nombre,   el medio para el cual trabaja y,  si conocía la Constitución de la República de Venezuela; luego comenzó a descargarla con el manoseado discurso de la “oligarquía” “el imperialismo norteamericano” “los pitiyanquis” – frases hechas que ya nos tiene hasta los cojones – y continuó con el ataque: -“yo creo que tu no la conoces, porque la respuesta está ahí. Tu pregunta me deja ver que ignoras un poco de cosas” – a lo que Andreína le respondió, de manera muy valiente, que el hecho de  conocer la Constitución era irrelevante, porque solo se trataba de explicar unos resultados electorales ante una comunidad extranjera.
Quien se cree el dueño de Venezuela, continuó con las ofensas: - “no tienes fundamentación lógica, parece que tu ignoras totalmente como si vivieras en la luna; por eso te he preguntado de donde eres  tu”
El dictador se encontraba desubicado, fuera de base- como se dice en términos beisbolísticos- No encontraba que hacer ni que decir. Manoseaba un papelito aquí, otro allá;  jugaba con el bolígrafo;  balbuceaba frases que no tenían relación con el discurso; solicitaba información de los acólitos y lamebotas  que le rodeaban; pero no llegó a responderle la pregunta.
Antes los desmesurados ataques contra una dama, periodista de amplia trayectoria en Venezuela y en Colombia, donde es corresponsal de la cadena de noticias RCN, la Asociación de Corresponsales de la Prensa Extranjera en Venezuela, expresaron su solidaridad y respaldo  con la periodista agredida por la furia presidencial. Así lo hicieron saber a través de un comunicado de prensa
Andreína todavía debe andar preguntándose cómo funciona la matemática chavista, donde     +  x  -  =  +  Cuando en el liceo nos enseñaron que  +  x  -  =  -
La lógica chavista induce a sus seguidores a pensar- ¡claro! algunos piensan – que en un partido de Beisbol un equipo mete en cada entrada  una carrera, y el otro  solo hace 4 en una entrada, y el juego termina 9 x 4; entonces,  el equipo ganador es el que logró meter 4 carreras.
                                                                  José Omar Tirado


No hay comentarios:

Publicar un comentario